Un paraíso ignorado

Por Félix Peguero, MA

Adompretur Peravia. 

 

Baní, provincia Peravia. - Cuando evaluamos el potencial de desarrollo de esta provincia, sin exagerar, podemos decir que cuenta con todos los elementos para convertirse en el principal destino turístico de la región. A sólo 45 minutos de la ciudad capital, con playas de arenas blancas, lagunas, cachones, ríos y montañas, es el espacio geográfico ideal para el despegue de grandes proyectos, con la garantía de asegurar el progreso, a partir de otros aspectos que se conjugan para definir el majestuoso escenario como "un paraíso olvidado por el Estado" aunque fue declarado octavo polo turístico, esto no ha sido suficiente para que se haya tomado en serio, a pesar de los esfuerzos realizados por el Clúster Turístico y Productivo de la provincia, entidad que en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo BID, elaboró el Plan de Desarrollo Turístico, donde están contenidos los ejes fundamentales que permitirán impulsar las acciones pertinentes para lograr ese propósito.

 

Desde las alturas de Los Guayuyos, El Manaclar, Las Yayitas y El Recodo, donde el ecoturismo adquiere relevancia por el clima, paisajes y hermosas vistas panorámica que invitan al turismo de aventura, cayendo en cascadas exuberantes, llegando a la parte baja con el encanto de la Bahía de Las Calderas, las dunas que asemejan el desierto para tocar los cristales de sal que se amontonan cual copos de nieve en la zona de Puerto Hermoso. Y ahí, a escasos metros, está Punta Caballera, con playa Salinas y El Derrumbao, que son vecinos eternos de Puntarena, un proyecto de grandes dimensiones que se desarrolla del otro lado de la bahía, en el distrito Sabana Buey.

 

Sin embargo, a todos estos elementos se agrega el sincretismo mágico religioso que resume la cultura y los valores heredados, entre ellos, la Catedral Nuestra Señora de Regla, edificada en el lugar donde antes de la fundación de la Villa Nuestra Señora de Regla de Baní, para 1764, ya se rendía culto a la Virgen negra desde la humilde ermita construida por los vecinos. Así se levantó también el Santuario San Martín de Porres, en la comunidad de Las Tablas. Baní guarda como patrimonio inmaterial el baile de la Sarandunga, como lejano vestigio de la herencia cimarrona que resiste el paso de los años desde la comunidad La Vereda, en el distrito El Limonar. Pero no podemos obviar Los Chuines, del Cañafístol, con el sabor exquisito de su arepa, las fiestas de palos, las ventas de hornos, los dulces de Paya y los famosos mangos banilejos, que junto al calor del afecto de nuestra gente nos proyectan en todo el continente y más allá.

 

Ver que desde el municipio de Matanzas se levanta el proyecto Caney Beach Home, que en Nizao se realizan competencias de deportes acuáticos y se perfilan como un municipio con grandes posibilidades de impacto turístico, es reafirmar sin pasión, que Baní es el destino ideal para invertir en el sector turístico. Entonces, qué espera el ministro David Collado para venir a visitarnos. Queremos mostrarle a playa Los Almendros, las inquietudes que tenemos, y sobre todo, el encanto de una ciudad acogedora dispuesta a recibirle con los brazos abiertos.

 

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