Por Félix Quiñones
La Real Academia define este epígrafe (prevención) como medidas o
disposiciones que se toman de manera anticipadas para evitar que sucedan hechos
negativos; y yo le agrego: de consecuencias nocivas.
Prevalecer como Nación, va a depender siempre de factores fundamentales que
deben ser empleados de forma continua y proactiva. En este trabajo voy a
resaltar tres de ellos porque envuelven reciprocidad con la situación actual de
la República: Educación, Migración y Medio Ambiente.
Con el tema de la educación, por su importancia, me tomaré la libertad de
tratarlo por separado en una entrega futura, especialmente porque los
beneficios de ese enorme presupuesto especializado (4% del presupuesto
nacional) no han rendido todo lo que se esperaba. Sólo voy a citar dos fracasos
ya evidenciados: (a) los estudiantes se siguen “quemando” en las pruebas PISA y
(b) el 75% de los “profesores” fueron desaprobados para ejercer como maestros
en nuestras escuelas.
República Dominicana sigue siendo un país llamativo y que resulta exclusivo
para muchos extranjeros que han decidido salir de sus tierras de origen. Caramba,
pero debimos ser más visionarios y fijar reglas claras y precisas e implementar
regulaciones y políticas serias. Con ellas, habríamos evitado lo que hoy parece
un callejón sin salida, como decía mi abuelo.
La inmigración ha resultado ser un tema muy espinoso para el país, que
históricamente hemos sido uno de los más débiles del mundo, con una frontera totalmente
desvalida, a tal punto, que ya hemos estado a punto hasta, de entregársela al
vecino.
Es tan espinoso el asunto, que ya no se habla de inmigración ilegal, sino
de invasión masiva y desproporcionada; peor aún, con sospechas reales, de ser
organizada por instituciones de forasteros actuando dentro del país. Todo esto
sucede, por ser una Nación No Previsora.
Básicamente, la mayor parte de la población y el mismo Estado dominicano,
han vivido de espaldas a este pasmoso problema, sin importarles que los que
llegan amenacen nuestra identidad y se apoderan de nuestros espacios, que
incluyen, hasta escuelas en construcción.
Pero, resulta que no podemos ser ingratos, de hecho, tenemos una honorable
familia en la República Dominicana que, a todo pulmón y sin desmayos, ha venido,
con su peregrinación y en voz alta, señalando lo que precisamente está
sucediendo hoy día con nuestra Nación. Yo me considero un alumno aventajado de
su doctrina.
¡¡Y estoy bien seguro de que todos saben a quienes me refiero!!
En el aspecto de Medio Ambiente, que reconocemos, es el pulmón central del
país; el mismo es un sistema formado por elementos naturales y artificiales,
pero con el riesgo en nuestro caso, de ser peligrosamente modificado por la
ignorancia de las manos del hombre.
Honestamente, para nadie es un secreto, que no sabemos con exactitud, cuántos
ríos, arroyos, lagunas y otras fuentes de agua hemos perdido a causa de la
extracción de materiales de construcción en los últimos veinticinco años, porque
inexplicablemente, en estos años se crearon más empresas “granceras” que los
ríos existentes en el país. Es tan grande el descuido, que hoy día, la Nación
dominicana sólo cuenta con un 42% de su cobertura forestal.
Me asombra, que cuando se nos presenta algún conflicto referente a nuestras
riquezas, ya sea oro o petróleo, aparecen todos los expertos en materia
ambiental, con tanta mala suerte, que hasta el padre Rogelio se les ha sumado
en el camino.
Personalmente pienso que si no nos enfocamos en la prevención de estos
renglones, NO tendremos país en un futuro quizás no muy distante. Y hablando de
prevención, tengo más de 10 años exhortando a los gobiernos de turno, sobre la
construcción de una GRAN FORTALEZA en la zona fronteriza, yo diría la más
grande del país. ¿Por qué ha de ser una Fortaleza gigante? La respuesta se
logra con otra pregunta:
¿De quién nos independizamos?
En sentido general, estamos fallando en dos de los renglones básicos para
mantener en alto el Espíritu Trinitario y dejarles a nuestros hijos la herencia
de una Nación Libre y Soberana. Estamos cediendo nuestra frontera al enemigo de
siempre, mientras que les destruimos el país donde ellos habrán de vivir. Y si
además, no somos capaces -como demostraré más adelante- de suministrarles la
educación necesaria para convertirlos en ciudadanos de primera, es evidente que
nuestra generación habrá fracasado.
Tenemos que ser humildes y responsables, porque aquí todos sabemos que el
gobierno que tiene en acción el Señor Presidente Luis Abinader y sus
respectivos actores de los ministerios de Medio Ambiente y Migración, están
realizando labores ejemplares y satisfactorias, pero sobre todo, trabajando de
forma preventiva por primera vez en los últimos cincuenta años.
¡¡Si hay prevención, tendremos nación!!
Félix Quiñones es dirigente deportivo y comunitario, NYC
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